Alimento para el espíritu.
La música de Presuntos Implicados se hizo sentir bastante durante los primeros años de la década noventera, todo, gracias al alucinante "Ser de Agua" del 92.
Como pocos, este disco conserva la atemporalidad, lo imperecedero del buen arte.
Un álbum relajado, con una instrumentación limpia, casi transparente, y la voz de Sole Giménez, el soplo de vida para esas líricas tan simples y mágicas.
"Para perdernos, en los recuerdos, solo para perdernos... cerca al atardecer..."
"... el cambio es bueno..." le dijo Rafiki a Simba...
La música de Presuntos Implicados se hizo sentir bastante durante los primeros años de la década noventera, todo, gracias al alucinante "Ser de Agua" del 92.
Como pocos, este disco conserva la atemporalidad, lo imperecedero del buen arte.
Un álbum relajado, con una instrumentación limpia, casi transparente, y la voz de Sole Giménez, el soplo de vida para esas líricas tan simples y mágicas.
"Para perdernos, en los recuerdos, solo para perdernos... cerca al atardecer..."
"... el cambio es bueno..." le dijo Rafiki a Simba...
No hay comentarios:
Publicar un comentario