Influenciados por el creciente sonido black del norte europeo, y producido el álbum por Waldemar Sorychta, Moonspell supo agregar un plus de identidad con referencias de idioma y cultura propias de su pais, lo cual no hemos de olvidar desde entonces. Portugal = Monspell.
El Wolfheart es otro disco para escucharse de principio a fin, con un adecuado orden de temas, comienzo poderoso, interludio instrumental y un final difícil de igualar, los algo más de cuarenta y cinco minutos de combazo metalero son del todo recomendables.
Si bien en los posteriores albumes depuraron la instrumentación y se inclinaron hacia un estilo gótico con matices electro, para el año 2008, regresaron con un interesante trabajo, denominado "Night Eternal", producido paradógicamente por Sorychta, en el cual retoman algunos elementos sónicos de los inicios.
Un disquito indispensable del metal de los 90.
Alma Mater...
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